
Este proyecto podría ayudar a salvar el planeta.
En África se está construyendo un inmenso muro que puede ayudar a salvar la vida del planeta. Se trata de un proyecto que están llevando a cabo, en colaboración, 14 países de este continente con el que se están plantando millones de árboles alrededor del desierto del Sahara con el objetivo de frenar el cambio climático.
La grave crisis producida en el continente en 2004 como consecuencia del cambio climático consiguió movilizar a más de 20 países —la mayoría de ellos rodean el desierto del Sahara— para hacer algo. También se sumaron organizaciones internacionales e institutos de investigación para crear y colaborar con el proyecto de la Gran Muralla Verde de África.
El proyecto se puso en marcha en el año 2007 tras ser aprobado por la Unión Africana y los resultados son sorprendentes. La idea era construir un muro de árboles de casi 8.000 kilómetros de largo y 15 km de largo y 15 km de ancho entre Senegal, al oeste, y Djibouti, en el este. El objetivo era frenar el avance del Sahara hacia el sur, es decir, impedir la desertificación. Tras una década de trabajo, ya se están viendo los resultados, sobre todo en países muy implicados con esta iniciativa como Senegal.
Con una inversión de casi 7.000 millones de euros, la misión de la Gran Muralla Verde de África es doble: por un lado, mitigar los efectos del cambio climático y, por otro, evitar la desertización de unas tierras de las que depende la supervivencia de millones de agricultores locales. Aún queda mucho trabajo por hacer, ya que, además de la plantación de árboles, se va a construir un dique y un gran sistema de riego para potenciar la agricultura en los países africanos más afectados por el hambre.
Complicaciones
Según estos estudios, la barrera vegetal es contraproducente para los objetivos de desarrollo, ya que trabaja solo sobre el perímetro de la zona y no en el problema real. Defienden que para aumentar la seguridad alimentaria y apoyar a las comunidades locales, deben crear amplias superficies de cultivos en vez de partes estrechas, como es el caso de la muralla.
La muralla podría evitar una catástrofe humanitaria en el futuro por culpa del hambre. Según cifras de la ONU, cerca de 500 millones de africanos van a ver cómo se deteriora su calidad de vida por culpa del calentamiento global. Además de ello, unas 60 millones de personas van a tener que abandonar sus hogares por culpa de la desertificación del Sahara y Sahel. Estemos de acuerdo o no, este proyecto debe seguir adelante ya que la subsistencia de todos esos millones de personas que viven cerca de la muralla depende de ello.
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